En la actualidad, nos encontramos rodeados de la tecnología con dispositivos como los teléfonos inteligentes, los ordenadores, televisores, etc. La mayoría de las personas utilizamos estos dispositivos mucho tiempo y, aunque nos faciliten la vida, en nuestro entorno diario existe una desventaja si no se sabe a qué distancia debes colocar las pantallas para proteger tus ojos.
Todas las pantallas poseen cierta cantidad de luz azul (la misma transmitida por el sol) por lo que, para proteger nuestra vista, no solamente es necesario saber a qué distancia debemos mantener estas pantallas de nuestros ojos, sino también aplicar ciertas técnicas para evitar los efectos nocivos que generan en nuestra visión.
Distancia de pantalla para cada dispositivo
Para los teléfonos inteligentes, se recomienda mantener una distancia de 30 cm, 40 cm para tablets, 50 cm o más para portátiles u ordenadores, y con los televisores al menos más del doble del ancho del mismo.
Consejos para mantener una correcta distancia con las pantallas
Inclinar la pantalla (en el caso de un ordenador)
En cuanto a las pantallas regulables, es recomendable colocarlas de manera inclinada y que quede paralela al plano de nuestra cara, lo que servirá para que el ojo no necesite enfocar repetidamente a diferentes distancias. Esto garantizará una mejor distancia entre nuestra vista y la pantalla.
Descansar por periodos
Después de estar 30 minutos utilizando un ordenador, es importante descansar mirando hacia un punto algo lejano, mayor de 6 metros, durante 30 segundos. Esto ayudará a que nuestros ojos relajen su acomodación de enfoque.
Altura de la pantalla
Evitar colocar la pantalla a una altura elevada, ya que, al mirar hacia arriba, nuestros ojos se abren más y estarán expuestos a mayor desecación. Se debe colocar un poco más abajo o justo a la altura de nuestra mirada.
Controlar la iluminación
Una pantalla muy luminosa puede llegar a incidir con mayor fuerza, y una luminosidad muy baja puede llegar a provocar que forcemos nuestra vista. Mantener un brillo que nos permita observar la pantalla sin presionar nuestros ojos ni llegar a deslumbrarlos. Debe haber una iluminación ambiente difusa media y no debemos estar a oscuras para evitar conflictos de respuesta pupilar.
Parpadear frecuentemente
Durante el uso de los dispositivos, la frecuencia de parpadeo disminuye, por lo que es necesario intentar parpadear más y apartarnos de vez en cuando de la pantalla y cerrar los ojos por unos segundos.
Mantener la pantalla limpia
Mantener la pantalla libre de huellas, polvo y otras marcas evitará que se reduzca la nitidez y la claridad.
Usar lágrimas artificiales
Otra alternativa a parpadear más seguido, es hidratar nuestros ojos con lágrimas artificiales para evitar el resecamiento corneal.
Gafas especiales
Existen gafas o lentillas especiales para aquellos que necesitan estar expuestos a las pantallas por mucho tiempo y de manera regular, con filtro a la luz azul. Tienen la ventaja de graduarse, por lo que no importa si el usuario tiene cualquier defecto visual. Incluso las hay sin graduar.
Vivimos expuestos a estos dispositivos durante casi todo el día, por lo que es importante tomar ciertas precauciones. La exposición prolongada y descuidada puede llegar a ocasionar fatiga visual, síndrome del ojo seco, visión borrosa o irritación ocular.
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